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22 de marzo de 2012

Plegadis falcinellus. Morito.








Por fin pude observar al enorme grupo (29) en la charca de la aliseda pantanosa de la senda fluvial. Hoy, en compañía de Isolino, Toni  y Lauren y Yoli. Gijón, marzo de 2012. Días más tarde, en el parque Isabel la Católica, uno se dejó tan pancho.










2 comentarios:

fenixavisunica dijo...

Por la mañana no estaban, ¿pillasteis alguna otra (parezco francés) anilla?

Mi abuelo, por ser funcionario de correos en el lado equivocado, fue desterrado de Gijón, después de 2 condenas a muerte de las que se escapó porque su mejor amigo era guardia civil, a una aldea, tuvo que meterse a minero (imagínate), y criar a sus 7 hijos en la miseria vendiendo todo lo que tenía, si iba escondido a Gijón a ver a su familia y le pillaban iba detenido una semana y le robaban todo, lo restituyeron a cartero con la democracia, con los 70 años ya cumplidos tuvo que ponerse a vender zapatos porque no le llegaba la pensión...el hambre y la pérdida de oportunidades que se pasó en mi familia no la restituyó nadie.
¡Qué me pregunten a mí de Franco, que les puedo decir 4 palabritas al respecto!

César dijo...

Pues la gente no comentó nada de las anillas. Los moritos cercanos estaban metidos en el agua hasta el vientre o casi. Sólo al final se puso alguno a tiro con las patas al descubierto, pero mira que mala suerte, amplío la foto original y la anilla tiene justo la unión en medio, aparte de su poca visibilidad. Un 300 no da para más. Hace poco, en uno de estos blogs, no recuerdo cuál y mira que los repasé, comentaban las anillas de estos moritos, ya identificadas.

Algunas personas no quieren volver a recordar lo mal que los pasaron en aquella "democracia orgánica". A otras no les importaría relatarlo, o sus descendientes, y sí que resulta útil entonces, aportando información valiosa a las nuevas generaciones que la ignoran y comienzan su derecho al voto.