Trifolium alpinum. Regaliz de montaña.

Regaliz, regaliz de montaña.
Alrededores de la laguna de Reconcos, Cangas del Narcea, julio de 2009. Benasque, Huesca, julio de 2014.

-Gestos-


Berta se limpió los dientes con la mano izquierda, gesticulando durante dos minutos, como le recomendó el dentista. Bueno, el dentista sólo le insistió en el tiempo de cepillado, no en poner caras de lela delante del espejo ni en practicar con la mano tonta. Esa que le sirve para sujetar el papel cuando escribe o saludar si tiene la derecha ocupada.
—¿Los mayores también sabrán…?— dudó.
—Papá, ¿para qué usas la mano izquierda?— le preguntó a Ñaco al salir del baño.
—Pues…a ver…déjame pensar…para nada, para nada útil quiero decir…— balbuceó sorprendido su padre unos instantes, al tiempo que se rascaba la cabeza con la mano rara.
Berta se despidió y corrió a buscar a su íntima Cris.
—Me parece que los adultos no saben contestar a preguntas sencillas, ni saben lo que hacen cuando hablan- Y le contó la respuesta de Ñaco imitando sus movimientos. Las dos se tronchaban.
Decidieron enseñarles pero con cuidado, pues son muy mal tomados. Durante unas cuantas horas Berta “cantó”, como los niños de la lotería, todos sus gestos y acciones. “Me rasco el ojo con la mano izquierda” “Salto con la pierna derecha” “Mastico con los dientes”…
Cuando su padre concluyó que se estaba pasando de la raya, la sentó delante de la consola con mando a distancia y le puso juego preferido, el de tenis y en el nivel superior.
—Hala guapa, desahoga un poco.
—Cojo la raqueta con la mano izquierda, lo paso a la derecha, levanto el brazo hacia arriba y golpeo con fuerza…—persistió Berta
Su contrario, Rafa Nadal, le devolvió la pelota con tal rapidez que las palabras y el brazo se le mezclaron provocándole un serio atasco en el movimiento. Miró a su padre de reojo y siguió peloteando callada “Creo que me estoy volviendo adulta”.