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1 de junio de 2007

Matthiola incana. Alhelí blanco.








Alhelí blanco. Ruta costera de la Ñora (Gijón) en marzo de 2003 (ejemplar lila, cultivado y asilvestrado) y junio de 2008. Playa de Verdicio (Gozón) en abril de 2008.Campa Torres, Gijón, abril de 2012.





5 comentarios:

Anónimo dijo...

Puntualmente, el 1 de noviembre, sin fallar un solo año, una mujer siempre ataviada con un largo abrigo de visón deposita un ramo de alhelíes en la tumba del indiscreto fotógrafo, contigua a la de un hombre que, dicen, murió en aquel mismo lugar. Quienes la han visto aseguran que cuando se acerca a la lápida, el ruido de sus pulseras de oro chocando entre sí es estremecedor: parece que se rieran.

César dijo...

Ya andaba yo con la mosca -un díptero que salió del cuerpo del obstinado, es que tardaron en enterrarlo- detrás de la oreja. Antes de regalar una pulsera a la richachona comprobaré que pertenezco al grupo de los fieles.

Anónimo dijo...

¿Y para qué regalarle una pulsera a una ricachona, hombre? Ganas más tontas de gastar dinero. ¿No ves cómo se puede acabar luego?

Como sigamos así, esto acaba convirtiéndose en dueto...

¿Ahí alguien ahí? Ya, sí, pero ¿hay alguien más?

Anónimo dijo...

Donde digo dije digo Diego. Se nota que me falta la glucosa de la merienda que me salté...

La pregunta era, repito:

¿Hay (no ahí) alguien ahí?

Ahora sí. Las palabras, ya sabes, que me persiguen.

César dijo...

Dueto = dúo. Duelo: de pena. Duelo bis: soy un caballero y me niego a luchar con una dama, me rindo.